Hoy despertamos por primera vez en la isla de Lanzarote, la tierra del Diablo Timanfaya. A primera hora nos recibieron en el Cabildo, donde nos obsequiaron con una bolsa de tela y una gorra. Después visitamos la Fundación César Manrique, la casa situada encima de un río de lava. Para reflexionar sobre los límites y las singularidades de las islas, realizamos un taller de preparación de mojo picón en el Monumento del Campesino. El día continuó en Punta Mujeres, donde nos pudimos bañar en el mar.Cuando llegamos a casa, tuvimos una charla con Isa (Ruta 2013) y su padre Jeremías. Ellos nos acercaron un poco más al mundo de la pardela y la cultura de estas islas maravillosas. Finalmente llegó el concurso colectivo de pasta, (obviamente ganó mi grupo). Y terminamos con la cápsula del tiempo, leyendo cartas que nos dejaron los ruteros y ruteras de 2019, cuyo legado recibimos con los brazos abiertos. ¡Qué gran día!
30 de Julio: límites y singularidades
