Despertar el brillo en los ojos ajenos.

    Amanecemos por primera vez en la isla de El Hierro, vislumbrando las montañas que nos acogen en el municipio de La Frontera.

    La fundación Naturgy nos recuerda que un voluntario es aquel que se entrega comprometida y desinteresadamente a los demás. Reflexionamos sobre la pobreza energética y aprendemos medidas de ahorro que podemos aplicar en nuestro día a día para ser más sostenibles.

    Visitamos el centro de mayores, disfrutando de las vivencias y experiencias del paso de la edad. Cantamos, bailamos, reímos y lloramos recordando que a veces la mejor medicina no se encuentra en las farmacias, sino en aquello que despierta el brillo en los ojos ajenos.

    Viajamos a distintos países a través del sentido del gusto. Una cena en comunidad para probar arepas de Venezuela, fajitas mexicanas, albóndigas de Alemania y Pad Thai al curry tailandés.

    Acabamos la tarde en las piscinas naturales de la maceta, con un baño de agua helada bajo la atenta mirada de la caída del sol. Un atardecer que alarga sus últimos rayos para dejarnos saborear la magia del momento entre risas, abrazos y cánticos.

    Cerramos la jornada con una historia personal a través del mundo del cine, en la que la autenticidad, la perseverancia, la gestión de la incertidumbre y el trabajo duro da lugar a una trayectoria de vida única e inspiradora.

    Deja un comentario