Desayunamos con prisa y emoción,
hacia la guagua con mucha ilusión,
pero un cambio de planes nos hace parar, pintura y veganismo nos hacen pensar.
La batería falla, no podemos seguir,
autogestionados, empezamos a compartir, talleres que nos muestran otro mirar, más grande el mundo, nos hace soñar.
Arreglan la guagua, nos vamos a caminar, al cubo de la Galga, vamos a llegar, Bernabé nos cuenta su historia de vida, en cada paso, la mente se expande y se anida.
Santa Cruz nos espera, la capital a explorar, una gymkhana nos hace la ciudad apreciar, y al final del día, un baño para cerrar, con el viento y las olas, nos vamos a calmar.
De vuelta a casa, cenamos con calma, preparamos el micro, donde se abre el alma, diez corazones laten fuerte al hablar, y cerramos el día con abrazos y siendo hogar.
Las lágrimas ruedan, los sentimientos florecen, la noche nos abraza, los sueños aparecen, un día tan intenso, en el corazón se queda, y con el mayor de los abrazos, la vida se enreda.